OBSERVATORIO ACOSO. VAMOS A CONTARLO

Quienes sufren o han sufrido acoso suelen experimentar diversas emociones intensas (tristeza, ira, vergüenza, culpa, miedo…) que pueden acompañarse también de dudas sobre lo que está sucediendo e incertidumbres sobre cómo afrontarlo. Son reacciones características ante situaciones de abuso de poder. El acoso también puede traer consigo cierto aislamiento, ya sea por parte de un entorno poco comprensivo y solidario, como por la propia situación de vulnerabilidad en que se encuentra quien lo sufre.

Por todo ello, es importante ponernos a disposición de la persona afectada, de manera firme pero respetuosa y generando un espacio seguro y de confianza. Como orientaciones generales,

1. NO DEJES SOLA A QUIEN LO SUFRE, SOMOS RED

  • Comunica a la persona que lo sufre que te preocupa lo visto e interésate por cómo se encuentra y si necesita algo. No le digas qué debe hacer, o cómo sentirse.
  • Pregunta por sus necesidades.Si niega o minimiza la situación, no se lo reproches; es una reacción propia de situaciones de abuso de poder. Sé paciente, ponte a su disposición y dale tu teléfono por si en algún momento precisa ayuda o quiere hablar.
  • Trata de crear con ella un círculo de seguridad para acompañarla y protegerla y animale a que lo cree con personas cercanas y de confianza y que intente no quedarse a solas con el acosador, en la medida que sea posible. 
  • Busca información precisa y fiable sobre dónde y a quién se puede acudir y ponla a su disposición. Por ejemplo, puedes averiguar si la empresa o administración cuenta con un Protocolo de actuación frente al acoso. También puedes informarte en la sección de Preguntas frecuentes o en la de Recursos, donde se incluye información tanto de CCOO como de entidades específicas contra las violencias machistas. 

2. REGISTRA LO SUCEDIDO

  • Respeta en todo momento los deseos de la persona afectada, pues necesita tiempo para procesar lo que le está sucediendo y decidir cómo afrontarlo, pero toma nota de lo sucedido: qué pasó, cuándo (día y hora), quién estaba presente… Registrar minuciosamente todo ayudará a dejar constancia de todos los datos si en algún momento hubiera que utilizarlos. Puedes hacerlo en un documento digital o en papel.
  • Guarda cualquier prueba que pudiera ser de utilidad en el futuro (correos electrónicos, mensajes de Whatsapp, documentos, imágenes…). Apunta siempre la fecha y el contexto de cada documento o archivo; también puedes irlos numerando para localizarlos más fácilmente en caso de necesitarlos. No guardes esos archivos en equipos, dispositivos ni alojamiento en la “nube” del trabajo (Drive, Dropbox, etc.) ni en el móvil, pues podrían perderse o llegar a manos no deseadas. Puedes utilizar un pendrive, imprimirlos y guardarlos en papel y/o utilizar un alojamiento digital que no sea accesible para tu empresa o institución.

3. REPRUEBA CUALQUIER CONDUCTA ABUSIVA

No se trata de hablar por la víctima, ni mucho menos hacerlo sin respetar sus deseos, pero ser testigo de una situación de acoso también nos afecta. Desde esa posición de testigo y a quien le perturba el clima laboral que cualquier situación de acoso genera, en la medida de lo posible afea la conducta de quien lo ejerce. Todo ello sin revelar datos ni detalles que puedan incrementar la vulnerabilidad de quien lo sufre ni contribuir a convertirla en tema de conversación a sus espaldas.

Recuerda siempre que la víctima tiene la última palabra y que hay que acompañarle en su proceso. Podemos ponernos a su disposición y comentarle la opción de ir al Comité de Empresa si ella no se opone, pero también, si la situación persiste, podríamos como personas que está siendo testigo un comportamiento impropio y que nos genera malestar, informar al sindicato o a algún responsable la posible situación de riesgo para nuestra salud laboral sin mencionar a la persona afectada o el riesgo para el propio clima laboral de la empresa.

Y, en general, si no hubiera representación legal de las personas trabajadoras en tú centro de trabajo, promueve o participa en cualquier actividad que contribuya a mejorar nuestros entornos de trabajo y a erradicar la violencia de nuestras vidas, por ejemplo pidiendo a la dirección que el 25 de noviembre, día contra la violencia de género, realice algún tipo de acción comunicativa de sensibilización e información contra el acoso sexual y por razón de sexo.