OBSERVATORIO ACOSO. VAMOS A CONTARLO

1. EN LA MEDIDA DE LO POSIBLE, NO ESTÉS SOLA, SOMOS RED

Quienes sufren o han sufrido acoso suelen experimentar diversas emociones intensas (tristeza, ira, vergüenza, culpa, miedo…) que pueden acompañarse también de dudas sobre lo que está sucediendo e incertidumbres sobre cómo afrontarlo. Son reacciones características ante situaciones de abuso de poder. El acoso también puede traer consigo cierto aislamiento, ya sea por parte de un entorno poco comprensivo y solidario, como por la propia situación de vulnerabilidad en que se encuentra quien lo sufre.

Por todo ello, hablar con personas de confianza puede contribuir a afrontarlo en mejores condiciones, a “pensar en alto” y a tener una red en la que apoyarte cuando necesites (por ejemplo, para que te acompañe a alguna reunión o entrevista, si es preciso, o simplemente para pasear). Puede ser algún/a compañero/a de trabajo, familiares, amistades…; luego podrás incorporar a ella a personas que puedas conocer después (en el sindicato, en organismos de igualdad…).

2. LLEVAR UN DIARIO PUEDE AYUDAR A DEJAR CONSTANCIA DE LO SUCEDIDO

Aunque no tengas claro aún qué quieres hacer ni cómo, intenta recomponer con todos los detalles posibles lo sucedido (tómate el tiempo que necesites, pues no es una tarea muy agradable) y toma nota de todo lo que suceda a partir de ese momento: qué pasó, cuándo (día y hora), dónde estabais, quién más estaba presente… 

Registrar minuciosamente todo te ayudará a recordarlo y a dejar constancia de todos los datos si en algún momento hubiera que utilizarlos. Puedes hacerlo en un documento digital o en papel, lo que te resulte más cómodo y te sirva en la medida de lo posible también para soltar parte de la angustia que la situación te está generando y no quedártela dentro.

Por todo ello, hablar con personas de confianza puede contribuir a afrontarlo en mejores condiciones, a “pensar en alto” y a tener una red en la que apoyarte cuando necesites (por ejemplo, para que te acompañe a alguna reunión o entrevista, si es preciso, o simplemente para pasear). Puede ser algún/a compañero/a de trabajo, familiares, amistades…; luego podrás incorporar a ella a personas que puedas conocer después (en el sindicato, en organismos de igualdad…).

3. PRUEBAS, PRUEBAS, PRUEBAS

Uno de los rasgos del acoso sexual y del acoso por razón de sexo, como de otras formas de violencia machista, es que suelen producirse en ausencia de testigos. Sea como sea, y aunque como decíamos antes aún no sepas qué quieres hacer, ni cómo, es importante guardar cualquier prueba de lo sucedido (correos electrónicos, mensajes de Whatsapp, documentos…) por si pudieras necesitarlo en el futuro. 

Si puedes, apunta siempre la fecha y el contexto de cada documento o archivo; también puedes irlos numerando e identificarlos en el diario para localizarlos más fácilmente en caso de necesitarlos. No guardes esos archivos en equipos, dispositivos, ni alojamiento en la “nube” del trabajo (Drive, Dropbox, etc.), ni en el móvil, pues podrían perderse o llegar a manos no deseadas. Puedes utilizar un pendrive, imprimirlos y guardarlos en papel y/o utilizar un alojamiento digital que no sea accesible para tu empresa o institución.

También es recomendable acudir al médico/a de cabecera para dejar constancia en la historia clínica de las repercusiones psíquicas o físicas (si las hubiera) que se derivan de la situación de acoso y/o para justificar posibles ausencias del trabajo como consecuencia del acoso sufrido.

4. ASESORAMIENTO ESPECIALIZADO

Sufrir una situación de acoso puede resultar agotador. Valorar qué hacer, cuándo, cómo y con quién también. Un asesoramiento especializado puede ayudarte a identificar posibilidades y a tomar decisiones. Contar con una red de apoyo puede ayudar en la búsqueda compartida de información; y tener todo registrado en un diario puede ser útil para no tener que relatar una y otra vez la situación vivida. 

SI hay Comité de empresa, puedes ponerte en contacto con la persona de CCOO con quien más confianza tengas para recabar información (por ejemplo sobre si tu empresa y/o administración cuenta con un Protocolo de actuación frente al acoso) y para que te acompañe en el proceso en tus decisiones y necesidades. También puedes contactar con la Secretaría de la Mujer de tu zona o con el local de CCOO más cercano para que te asesoremos sobre tus derechos. Así mismo, en muchos recursos municipales de igualdad podrás tener acceso a otros servicios (asesoría jurídica, apoyo psicológico, grupos de ayuda mutua, etc.) que puedes encontrar en la sección de Recursos.